jueves, 16 de enero de 2014

Revolución Francesa y Etapa Napoleónica 

Revolución Francesa
La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que convulsionó Franciay, por extensión de sus implicaciones, a otras numerosas naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema denominado del Antiguo Régimen. Se inició con la auto proclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía constitucional durante 71 años después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que larevolución marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida que le derrocó con un discursocapaz de volverlo ilegítimo.
El proceso revolucionario francés es, sin duda, el más importante dentro del agitado panorama político del siglo XVIII. Es, además, uno de los más polémicos. La historiografía se ha preocupado constantemente de él y son muchos los escritos y los libros que presentan la revolución francesa como una gran gesta o, por el contrario, un acontecimiento perjudicial y hasta innecesario para Francia y la cultura occidental.
Es difícil tratar de sacar a la luz los motivos que nos llevan a esta pasión por el tema. Muchos son los factores que se amontonan en torno a Francia y a la revolución, presentándola como un tema apasionante y tremendamente complejo.
En este trabajo trataremos de explicar y enumerar lo mejor posible las causas y los principales hechos de este proceso que es trascendental en la historia de la humanidad. Que cambió Francia, Europa, el Mundo y sus consecuencias que han tenido gran proyección hasta la actualidad.

La época del terror 


Luis XVI fue condenado a la pena de muerte por guillotina. La pena se cumplió en la mañana del domingo 21 de enero de 1793, fecha en que fue guillotinado frente al Palacio de las Tullerias. La serenidad de ánimo y la resignación cristiana ante el atropello que se cometía, fueron las notas distintivas del monarca en estos últimos momentos; intento dirigirse al pueblo que colmaba las inmediaciones, más el redoblar de los tambores acallaron sus frases, mientras que el verdugo se apresuraba a ejecutar la condeno haciendo funcionar, nerviosamente, la guillotina... La vida de Luis XVI había terminado...

El Gobierno del Terror

Se denomina Gobierno del Terror ( Reinado del Terror o solo Terror) en Francia a la serie de medidas de carácter enérgico e impositivo que se vio obligada a dictar, La Convención Nacional, para hacer frente a los peligros, tanto exterior como interior, que amenazaban al movimiento revolucionario. En cumplimiento a esto, fueron creados tres organismos:

I) Comité de Salud o Salvación Publica: formado por doce miembros, entre los que desatacaron Maximilien Robespierre y Georges Jacques Danton. Este comite concentro los poderes civil y militar, disponiendo, en consecuencia, la defensa del país. El verdadero organizador de esta defensa, y de la fuerza armada fue Lazare Carnot quien decreto la "leva" en masa, puesto que "los franceses debían estar permanentemente al servicio de los ejercitos, hasta que los enemigos fueran expulsados de los territorios de la república"; por ello, arengaba a los soldados: " atacad sin cesar, atacad siempre, no retrocedáis nunca...".


II) Comité de Seguridad General: encargados de buscar y detener a los sospechosos enemigos de la Revolución Francesa, a todos aquellos que "no habiendo hecho nada en contra de la libertad, no hubiesen, sin embargo, hecha nada por ella". En virtud de esto, muchos ciudadanos inocentes fueron enviados a la guillotina en un afán desmesurado de venganza, bajo el aparente disfraz de orden y disciplina.

III) El Tribunal Revolucionario: quien juzgaba, sin apelación a los acusados, condenándolos en la gran mayoría de los casos a la pena de muerte.

Acción represiva del Gobierno del Terror

Las excepcionales medidas que entonces se dictaron, dieron origen a una serie de actos represivos por parte del grupo político dominante, esto es, los montañeses, facción jacobina de Robes Pierre; todos los que se les pusieron en frente, terminaron en la guillotina. De esta forma fueron eliminados:

a) El grupo de los girondinos, ejecutados junto con su jefe Vergniaud, el 2 de junio de 1793. En represalia y para vengar a los girondinos Carlota Corday dio muerte, en su tina de baño, al montañés Jean-Paul Marat.
b) El ex-alcalde de París Bailly y la ex-reina de Francia, María Antonieta de Austria, a quien se le hizo vestir de campesina; el Duque de Orleans, pese a que voto por la muerte de su primo Luis XVI.

c) Madame Roland, distinguida dama girondina, quien dirigiéndose a la multitud que presenciaba la escena, dijera:
El número de guillotinados en París ascendía a más de 2000 personas. En el resto del país se cometían los más abominables excesos: Fouché asesinaba a cañonazos; Carrier, en la ciudad de Nantes, se deleitaba ahogando a sus prisioneros en el río Loira. Más de 12000 víctimas cayeron bajo el gobierno del terror en toda Francia, entre 1793 y 1794.
 La Europa de Napoleón

 
Napoleón estableció en 1804 el Imperio Francés y se coronó emperador. Esto confirmó sus ambiciones de extenderse más allá de los límites de la Francia de los Borbones y, en 1805, se reanudaron las Guerras Napoleónicas. En los dos años siguientes venció a Austria, Prusia y Rusia, y se convirtió en el dueño de la mayor parte de Europa. Gran Bretaña se mantuvo en guerra contra él, segura de su control sobre el mar tras la destrucción de la flota francesa, aliada de la española, en 1805 en la batalla de Trafalgar. Napoleón se dispuso entonces a aplicar un bloqueo comercial sobre Gran Bretaña, conocido como el Sistema Continental, lo que en cierta medida le llevó a realizar acciones que serían fatales para el Imperio: las invasiones de España y Rusia.

Después de la derrota de su Ejército en Rusia en 1812, los enemigos de Napoleón formaron una nueva coalición en su contra. Expulsado de Alemania y España en el invierno de 1813, en la primavera de 1814 dirigió la última campaña para salvar el Imperio y la perdió. Abdicó en abril de 1814 y se rindió a los aliados. Los franceses convencieron a los gobernantes aliados de que la restauración de los Borbones en el trono francés ofrecía una mayor promesa de paz para Francia, y así, en mayo de ese mismo año, el hermano menor del ejecutado rey Luis XVI entró en París y gobernó como Luis XVIII.

La política del nuevo gobierno despertó el resentimiento popular en Francia mientras los aliados mantenían discrepancias en el Congreso de Viena, intentando modificar las fronteras de Europa. Napoleón, conocedor de estos sucesos, consideró que era la oportunidad para recuperar su poder. En marzo de 1815 huyó de su exilio en la isla de Elba y volvió a Francia. El Ejército le apoyó, Luis XVIII se marchó a Bélgica y Napoleón restableció el denominado periodo de los Cien Días. Los gobernantes europeos dejaron de lado sus diferencias, reunieron sus Ejércitos y el 18 de junio de 1815, en Waterloo, cerca de Bruselas, derrotaron definitivamente al Ejército imperial. Napoleón fue desterrado a la isla de Santa Elena, en el sur del océano Atlántico, donde murió en 1821. Luis XVIII volvió a París y la monarquía borbónica fue restaurada por segunda vez.

Napoleón planeó la invasión de las Islas Británicas, y reunió 180.000 soldados en Boulogne. Sin embargo, necesitaba conseguir antes la superioridad naval para llevarla a cabo, o al menos, alejar a la flota británica del Canal de la Mancha. Se elaboró un complejo plan para distraer a los británicos, amenazando sus posesiones en las Indias Occidentales, pero este plan falló cuando la flota Franco-Española al mando del almirante Villeneuve se retiró tras una acción poco decidida de éste en la Batalla del Cabo Finisterre (1805). Villeneuve se vio bloqueado en Cádiz hasta que la flota combinada salió de nuevo el 19 de octubre con destino a Nápoles. Esta flota fue capturada y vencida en la Batalla de Trafalgar el 21 de octubre por la armada inglesa al mando de Horatio Nelson. Napoleón había enviado nueve planes diferentes a Villeneuve, pero éste vaciló constantemente, provocando este desastroso resultado.

Tras este contratiempo, Napoleón abandonó (aunque no olvidó) sus planes para invadir las Islas Británicas, y volvió su atención a sus enemigos en el Continente. El ejército francés dejó Boulogne y se trasladó a Austria.

La serie de conflictos navales y coloniales, incluyendo la llamada Acción de 1805, donde tres barcos franceses atacaron a un navío de línea y un carguero inglés, fueron la tónica de esos meses, y llevaron a Napoleón a su decisión de abortar sus planes de invadir Inglaterra. Esto era también una clara señal de la nueva naturaleza de la guerra. Los conflictos en el Caribe podían tener un efecto inmediato y directo sobre el conflicto europeo, y batallas dadas a miles de kilómetros influían el resultado de las otras. Esto era tal vez un signo de que las Guerras Napoleónicas habían llegado a un punto en el que se habían convertido en una guerra mundial. El único precedente de un conflicto tan amplio y a tal escala fue la Guerra de los Siete Años